viernes, 22 de julio de 2022

Cornall Alientofuerte

 El joven Cornal nació en la cuna de una familia de aristócratas enanos muy cercanos al trono.  Posee varias hectáreas de tierras donde se encuentra su casa, su hogar.  Sin embargo según dicen se encuentra maldita, aunque el no está tan seguro de eso, el sospecha que fue una treta para despojar a su familia del poder que tenían antaño.

Durante su juventud soñaba con ser un gran guerrero, tal y cómo lo habían sido muchos de sus antepasados, sin embargo con el tiempo se hizo amigo de un viejo granjero quien le enseñó las virtudes de la vida aparentemente simple de los campesinos.  Esto acercó a Cornall a la naturaleza y al estudio de la misma, formándose como alquimista en su gran caserón antes de verse obligado a abandonarlo por la supuesta maldición.  Aunque muchos hubiesen tomado aquello como algo negativo Cornall vio en aquel hecho una oportunidad, la posibilidad de salir al mundo, como uno más, como un hombre simple y aprender más sobre la alquimia, recorrer mundo y vivir quien sabe alguna que otra aventura.  Cuando estaba partiendo Reko, el granjero amigo de Cornall le regaló una pala.  -Para que nunca te olvides de la vida simple- le dijo con un guiñó de ojo a lo que el enano asintió con la cabeza y partió.

La vida de Cornallno fue lo que esperaba, pasó por muchas tragedias amorosas algunas que incluyeron maldiciones de brujas celosas o simplemente gustosas de hacer el mal.  Fue agredido por un soldado medio borracho en una taberna que le produjo una fuerte contusión en la cabeza y que además hizo que se ganara nueve meses de encierro en la cárcel.  Fue allí, en el aislamiento y la soledad de la prisión que aparecieron por primera vez las voces.  Al principio creyó que estaba enloqueciendo, pero luego comprendió la verdad, alguien o algo le había elegido para un destino grandioso, a él, a Cornall el alquimista.  Así fue que volvió a los caminos hace alrededor de diez años en los que se cruzó con un apestoso humano que hablaba horriblemente la lengua de los enanos.  Al principio forjó una alianza con aquel ser por puro interés, necesitaba un intérprete, pero con el correr del tiempo llegó a apreciarlo y conformaron una verdadera amistad volviéndose aquel bardo lo más cercano que tenía a una familia.  Lo llamaba Kazlú que en legua enana significaba hermano y que además le pareció gracioso ya que el nombre del bardo era Lukasz.  Diez años de tabernas, borracheras, cantos, caminos y tierra.  Diez años en la compañía errante de su hermano, quizás iba siendo hora de que detuvieran la marcha y trazaran un plan, un objetivo a largo plazo.  Tendría que hablarlo con Kazlú a ver si estaba de acuerdo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario