lunes, 15 de agosto de 2022

Carta al pasado

 

Martín, soy vos pero del futuro. Más exactamente del dos mil veintidós. Tu idea de la impresora 3D es buena, aprovechá la plata y comprala que en un par de años asume Macri, hace mierda el país y no la vas a poder comprar más. En lo demás seguí cómo venís que vas a saber como adaptarte. Preparate también para atravesar momentos duros, porque van a llegar, no puedo decirte mucho más sobre esto porque es necesario que ocurra. Sin embargo puedo contarte que sabrás encontrar la fuerza para seguir adelante y llegará a tu vida el principal pilar y sosten que te ayudará a atravesar estos momentos. Lo hará en forma de mujer y te brindará su corazón de forma sincera, será la luz que sepa guiar tus pasos, será la mano que te aferrará justo cuando estés por caer, será también quien te ayude a tomar aire antes de hundirte de nuevo y quien volverá a sacarte a flote tantas veces como lo necesites. La reconocerás ni bien la veas y forjarás con ella una unión de almas que serán una sin serlo y se acompañarán por siempre.

El espacio profundo

 

Es una de las vistas más hermosas que puedas imaginar. Si, por supuesto que lo es, cuando no te encuentras flotando a la deriva en él y con poco oxígeno en módulo de soporte de vida. Cuando no has perdido uno de los guantes y el frío congela en segundos tus dedos, tu mano y asciende hasta tu brazo provocando un dolor jamás sentido, jamás narrado.

El espacio profundo es solitario, silencioso abrumador, peligroso en formas que uno ni siquiera imagina. Cada vez me queda menos aire y es entonces cuando una lluvia de pequeños fragmentos de basura espacial se cruza en mi camino. Lo veo venir, es un tornillo pero no puedo esquivarlo pues en el espacio no hay forma de cambiar la trayectoria sin impulso, golpea mi rodilla atravesándola de lado a lado pero antes de que pueda sentir el dolor del golpe llega otra vez el frio que congela esta vez mi pierna y entonces el oxígeno se agota, el aire que queda dentro del traje se enrarece cada vez más poblándose de dióxido de carbono. Mis pulmones arden con cada bocanada involuntaria, mi pierna se te termina de desprender congelada y cristalizada y entonces mi ojos se cierran para fundirse con la inmensidad del espacio y no volver a abrirse jamás

Decálogo para no limpiar las bibliotecas

  • No limpiarás las bibliotecas pues el polvo allí acumulado no es sino la constancia del paso del tiempo

  • No limpiarás las bibliotecas puesto que un libro no ha de retirarse de ella si no es para ser leído

  • No limpiarás las bibliotecas porque el polvo acumulado sólo debe despejarse cuando el libro elegido es arrastrado por la mano del lector.

  • No limpiarás las bibliotecas porque es esta una ley natural

  • No limpiarás las bibliotecas porque es trabajo del polvo laminar los lomos y ocultar los títulos

  • No limpiarás las bibliotecas pues de hacerlo condenaras a tus libros a la fatiga del movimiento

  • No limpiarás las bibliotecas porque enfadarás al gran espíritu del bibliotecario universal quien desatará su ira sobre ti haciendo que nunca más encuentres el libro que buscas

  • No limpiarás las bibliotecas porque estas han sido construidas para ser limpiadas

  • No limpiarás las bibliotecas pues de hacerlo estarás contraviniendo la divina ley

  • No limpiarás las bibliotecas porque de hacerlo no podrás seguir las huellas de los ratones que anidan allí

viernes, 22 de julio de 2022

Cornall Alientofuerte

 El joven Cornal nació en la cuna de una familia de aristócratas enanos muy cercanos al trono.  Posee varias hectáreas de tierras donde se encuentra su casa, su hogar.  Sin embargo según dicen se encuentra maldita, aunque el no está tan seguro de eso, el sospecha que fue una treta para despojar a su familia del poder que tenían antaño.

Durante su juventud soñaba con ser un gran guerrero, tal y cómo lo habían sido muchos de sus antepasados, sin embargo con el tiempo se hizo amigo de un viejo granjero quien le enseñó las virtudes de la vida aparentemente simple de los campesinos.  Esto acercó a Cornall a la naturaleza y al estudio de la misma, formándose como alquimista en su gran caserón antes de verse obligado a abandonarlo por la supuesta maldición.  Aunque muchos hubiesen tomado aquello como algo negativo Cornall vio en aquel hecho una oportunidad, la posibilidad de salir al mundo, como uno más, como un hombre simple y aprender más sobre la alquimia, recorrer mundo y vivir quien sabe alguna que otra aventura.  Cuando estaba partiendo Reko, el granjero amigo de Cornall le regaló una pala.  -Para que nunca te olvides de la vida simple- le dijo con un guiñó de ojo a lo que el enano asintió con la cabeza y partió.

La vida de Cornallno fue lo que esperaba, pasó por muchas tragedias amorosas algunas que incluyeron maldiciones de brujas celosas o simplemente gustosas de hacer el mal.  Fue agredido por un soldado medio borracho en una taberna que le produjo una fuerte contusión en la cabeza y que además hizo que se ganara nueve meses de encierro en la cárcel.  Fue allí, en el aislamiento y la soledad de la prisión que aparecieron por primera vez las voces.  Al principio creyó que estaba enloqueciendo, pero luego comprendió la verdad, alguien o algo le había elegido para un destino grandioso, a él, a Cornall el alquimista.  Así fue que volvió a los caminos hace alrededor de diez años en los que se cruzó con un apestoso humano que hablaba horriblemente la lengua de los enanos.  Al principio forjó una alianza con aquel ser por puro interés, necesitaba un intérprete, pero con el correr del tiempo llegó a apreciarlo y conformaron una verdadera amistad volviéndose aquel bardo lo más cercano que tenía a una familia.  Lo llamaba Kazlú que en legua enana significaba hermano y que además le pareció gracioso ya que el nombre del bardo era Lukasz.  Diez años de tabernas, borracheras, cantos, caminos y tierra.  Diez años en la compañía errante de su hermano, quizás iba siendo hora de que detuvieran la marcha y trazaran un plan, un objetivo a largo plazo.  Tendría que hablarlo con Kazlú a ver si estaba de acuerdo.