Hace rato que no publico y eso tiene un porqué. El otro título que iba a tener este blog era
“Historias de celular” porque, como conté en la presentación las escribo en mi
teléfono móvil mientras viajo desde o hacia el trabajo. Hace un tiempo cambié mi horario de trabajo
y eso hace que tenga que viajar en un momento donde el transporte público
explota literalmente de gente. Gente
que se empuja, se molesta y, en
ocasiones, se pelea.
Hoy una de esas molestias disparó un comentario que por
desgracia es “normal” entre mi gente.
Era algo así como “estos negros de mierda no estudian ni trabajan y
pretenden… “. El resto no importa, hoy
fue una cosa, mañana será otra. Lo que
si importa, o al menos me importa, es el comienzo de esa frase. Comienzo qué, dejando de lado el racismo que
conlleva, implica, de quienes la dicen, cuanto menos, una limitada capacidad de
análisis y una sobre valoración de ellos mismos en cuanto a sus logros.
Muchas de estas personas tienden a creer que aquello que consiguieron,
material o no, se debe exclusivamente a su esfuerzo, dedicación y
sacrificio. Si bien hay algo de esto
que es cierto, también existen otros motivos que son ajenos a ellos y que tiene
que ver fundamentalmente con la “suerte” de nacer en tal o cual cuál familia y
en uno u otro estrato social.
Digo de aquellos que se expresan de esa forma que tienen
cuanto menos una escasa capacidad de análisis porque parecen no percibir cuánto
de lo que tienen, lograron y son lo deben a su entorno. Al familiar, primero, al educacional,
laboral e incluso a las amistades luego.
Empecemos por mirar con mayor atención el familiar, al que normalmente
solemos prestar atención para criticar las fallas que tuvieron para con
nosotros cuando niños, pero dejemos de lado las cuestiones económicas por el
momento, ya las tocaré más adelante.
¿Cuánto de lo que logramos se debe al apoyo familiar? No sólo a la posibilidad de estudiar, sino a
los incentivos recibidos, a las ayudas a la hora de hacer la tarea, a la
comprensión a la hora de volver a casa con malas notas o a acordarse tarde que
teníamos tarea para hacer. ¿Qué impacto
crees que podría haber tenido en tus logros el hecho de haberte criado en un
ambiente familiar violento donde gobiernen el grito y el golpe. Donde ante un olvido, una mala nota, en fin,
ante la incomprensión de que un niño no es adulto, la respuesta fuera
violencia? ¿Y si al combo le añadimos
la violencia social a la que está sometido el pobre? ¿Y si además le sumamos los problemas que
traen para el desarrollo cerebral verse inmerso casi con constancia a las malas
relaciones?
El panorama cambia bastante ¿No? Y eso que todavía no tocamos la cuestión
económica. ¿Cómo puede, sobre todo hoy
día, un niño que se cría sin acceso a la tecnología hasta el ingreso al
secundario, con suerte, competir con otro que tiene una tablet desde los
tempranos dos años? El estímulo que el
acceso a la tecnología brinda es increíble, la capacidad de aprendizaje aumenta
exponencialmente, el razonamiento, la comprensión, incluso la facilidad para
hablar otras lenguas, todo eso se incrementa cuando una persona no pasa frío,
ni hambre, cuando tiene tiempo para desarrollarse en un ambiente sano y con
escasa violencia.
Pensando en esto
¿Cuánto de lo que sos y lograste se debe exclusivamente a vos?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario